Dar las gracias. Delphine de Vigan

¿Os habéis preguntado alguna vez cuántas veces al día dais las gracias? Gracias por la sal, por la puerta, por la información.

Gracias por el cambio, por el pan, por el paquete de tabaco.

Unas gracias de cortesía, de conveniencia, automáticas, mecánicas. Casi huecas.

A veces tácitas.

A veces demasiado enfáticas: Gracias a ti. Gracias por todo. Infinitas gracias.

Gracias de verdad.

Unas gracias profesionales: Gracias por su respuesta, por su atención, por su colaboración.

¿Os habéis preguntado alguna vez cuántas veces en la vida habéis dado realmente las gracias? Unas gracias sinceras. La expresión de vuestra gratitud, de vuestro agradecimiento, de vuestra deuda.

¿A quién?

¿Al profesor que os abrió la puerta al mundo de los libros? ¿Al joven que intervino cuando os agredieron en la calle? ¿Al médico que os salvó la vida?

¿A la vida misma? (Delphine de Vigan; Las gratitudes; Anagrama, pag. 11-12)

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