Incertidumbre. Jenny Erpenbeck

La pronunciación debe sonarles extraña, dice él, y los verbos irregulares…

No es eso. En la vida de esos hombres hay tantas incertidumbres que no les queda sitio en la cabeza para las palabras. No saben qué será de ellos. Tienen miedo. Cuesta aprender una lengua cuando no sabes para qué lo haces.

¿Cuánto hace de la última vez que estuvo con una mujer?

Lo que esos hombres necesitan para estar tranquilos es paz, dice la profesora. Nunca hasta ahora lo había visto así: lo que a él le parece paz, para esos hombres, mientras no se les permita llegar, sigue siendo la guerra. (Jenny Erpenbeck; Yo voy, tú vas, él va; Anagrama, pag. 93)

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