Herencia. Kim Thúy

Mis padres nos recuerdan a menudo, a mis hermanos y a mí, que no tendrán dinero que dejarnos en herencia, pero creo que ya nos han legado la riqueza de su memoria, que nos permite captar la belleza de un racimo de glicinias, la fragilidad de una palabra, la fuerza de la admiración. Más aún, nos ofrecieron pies para caminar hasta nuestros sueños, hasta el infinito. Tal vez nos baste esto como equipaje para proseguir por nosotros mismos nuestro camino. De lo contrario, lastraríamos inútilmente el trayecto con pertenencias que transportar, que cuidar, que mantener.

Un proverbio vietnamita dice: «Sólo quienes llevan el pelo largo tienen miedo, pues nadie puede tirar del pelo a quien no lo tiene». Por eso intento en lo posible adquirir solo cosas que no superen los límites de mi cuerpo. (Kim Thúy; Ru; Periférica, pag. 65-66)

Autor: cambiando de tercio

Feliz y tranquilamente jubilado tras haber trabajado en consultoría en el sector del libro, la cultura y el tercer sector.

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