Herencia. Kim Thúy

Mis padres nos recuerdan a menudo, a mis hermanos y a mí, que no tendrán dinero que dejarnos en herencia, pero creo que ya nos han legado la riqueza de su memoria, que nos permite captar la belleza de un racimo de glicinias, la fragilidad de una palabra, la fuerza de la admiración. Más aún, nos ofrecieron pies para caminar hasta nuestros sueños, hasta el infinito. Tal vez nos baste esto como equipaje para proseguir por nosotros mismos nuestro camino. De lo contrario, lastraríamos inútilmente el trayecto con pertenencias que transportar, que cuidar, que mantener.

Un proverbio vietnamita dice: «Sólo quienes llevan el pelo largo tienen miedo, pues nadie puede tirar del pelo a quien no lo tiene». Por eso intento en lo posible adquirir solo cosas que no superen los límites de mi cuerpo. (Kim Thúy; Ru; Periférica, pag. 65-66)

El lugar de la memoria. Joan-Carles Mèlich

Nacer es heredar una gramática, es inscribirse en un mundo interpretado. Ese mundo gramatical se hará presente en cada momento de nuestra existencia −porque no podremos olvidar (del todo) de dónde venimos−, pero también estará sometido a una tensión entre el recuerdo y el olvido. Esta tensión es el lugar de la memoria. Aún así, no comprenderemos en qué consiste la memoria si solo la identificamos con el simple recuerdo, porque todo recuerdo forma parte de la memoria, pero no es propiamente la memoria. La memoria es recuerdo y también es olvido. Para un ser finito, sin olvido no hay memoria, porque no puede recordar sin olvidar ni olvidar sin recordar. Nuestra vida, así pues, está hecha de herencias, de recuerdos que aparecen o que desaparecen (in)oportunamente.

La memoria es siempre una memoria biográfica. (Joan-Carles Mèlich; La experiencia de la pérdida; Fragmenta, pag. 43-44)

Tradición. Raúl Garrigasait

Más que un pasado que nos cae encima, la tradición es una operación que hacemos nosotros mismos, una reutilización descontextualizada, una serie de reinterpretaciones, malentendidos y desplazamientos… Por eso no tiene mucho sentido ver en la tradición una especie de esencia inmutable y permanente de la propia identidad. La riqueza de la tradición procede precisamente del acierto, la creatividad y las consecuencias de lo que hagamos con ella…

Si la tradición es un acto que realizamos, la herencia es un peso que cae sobre nosotros. (Raúl Garrigasait en AA.VV.; Humanidades en acción; Rayo Verde, pag. 198-199)