Comunidad. bell hooks

Hablar es una forma de hacer comunidad. (bell hooks; todo sobre el amor; Paidós, pag. 154)

Ayer disfruté de la posibilidad de conocer a nuevas personas y constatar también que a veces hay hilos sutiles y casi invisibles que nos unían ya a través de otras personas. De alguna manera conversamos y dimos vueltas a los términos comunidad, ciudadanía y territorio. Aprendí mucho. Me resultó estimulante. Ojalá que el proceso siga. Gracias a R. y J. por su tiempo y generosidad y a M., A. y A. por su compromiso y valentía.

Des estos dos breves textos de bell hooks en su libro todo sobre el amor querría recalcar el poder del ‘hablar’ y de la palabra y la reflexión sobre la comunidad como espacio de armonía (a lograr) y asunción de los problemas.

No hay mejor lugar que la comunidad para aprender el arte del amor. M. Scott Peck comienza su libro The Diferrent Drum con esta profunda sentencia: «La salvación del mundo está en la comunidad, pasa a través de ella». Peck define la comunidad como una agregación de individuos «que han aprendido a comunicarse sinceramente entre sí, cuyas relaciones van más allá de las máscaras del decoro, y que han adoptado una especie de compromiso para “regocijarse juntos, llorar juntos” y “vivir en armonía y asumir los problemas de los demás”». Todos nacemos en el seno de una comunidad. Es muy raro que un niño venga al mundo en estado de asilamiento y que solamente tenga uno o dos adultos encargados de su cuidado. Los niños nacen en un mundo lleno de comunidades posibles. (bell hooks; todo sobre el amor; Paidós, pag. 151)

El mapa. Bertrand Westphal

El mapa es el instrumento de una domesticación del territorio del Otro, quien a su vez sufre un extrañamiento sutil, pero inexorable. (Bertrand  Westphal en Jean-Baptiste Vidalou; Ser bosques. Emboscarse, habitar y resistir en los territorios en lucha; errata naturae, pag. 37)

Cartografía y colonización. Jean-Baptiste Vidalou

La cartografía, desde su origen imperial se concibió como una herramienta de colonización, un mecanismo de escritura del relato de una conquista en el que el civilizado se apropia de territorios de los que se dice que están «vacíos» pero de los que se trata siempre, en realidad, de «vaciar», pues están habitados. El otro individuo y el otro lugar no existen más que para ser denigrados, domesticados, borrados. A través de esta cartografía de colonización, como bien dice Bertrand  Westphal, el autóctono queda «representado bajo una luz caricaturesca: la alegoría antropológica parecía consagrada a un reto político inmediato, a saber, debilitar al objeto, minimizar su diámetro. El Otro se disolvía en el bestiario que el cartógrafo atribuía a los lugares, se reproducía de manera fantasiosa […]. Antes de la conquista, el entorno del habitante de esos lugares aún era amorfo. Corresponde al colonizador, figura casi divina, dar forma al espacio». (Jean-Baptiste Vidalou; Ser bosques. Emboscarse, habitar y resistir en los territorios en lucha; errata naturae, pag. 39-40)

Dejarse ir. Luigi Amara

Dejarse ir.

Sin dirección alguna.

A merced de los altibajos

del terreno.

Sobre el plano

inclinando de la irreflexión.

Rodando

por la pendiente

como si los pies

fueran capaces de mirar.

“Mantenerse de cara

al sentido del viaje.”

Zug

zak

zug

zak

Es la reapropiación dinámica

del territorio.

Ese sistema efímero de relaciones

que cada paso inaugura

y destruye y recompone cada vez.

La vibración pasional del espacio

al cruzarlo.

La isla

que inventa el pie

al avanzar. (Luigi Amara; A pie; Almadía, pag. 27-28)

Incertidumbre. Andrés Neuman

Querido, dijo Hans, ¡te has vuelto conservador! Eso lo dices, negó Álvaro, porque eres joven. Cuando uno es joven le gusta jugar a la incertidumbre. Pero al hacerte mayor vas perdiendo casi todas las certezas, y te aferras como un perro a lo poco que conoces: tu amor, tu familia, tu territorio. (Andrés Neuman; El viajero del siglo; Alfaguara, pag. 386)