La adquisición de hábitos culturales suele entenderse en el marco de los procesos personales o intrapsíquicos de aprendizaje. Pero si adoptamos una perspectiva relacional, advertiremos que tales hábitos siempre son exógenos, pues sólo se adquieren en interacción próxima o distante con otros sujetos sociales. Así sucede en las relaciones de enseñanza educativa que se producen en los entornos familiares, en interacción con padres y hermanos, o en entornos escolares, en interacción con maestros y compañeros. Pero también ocurre lo mismo en las relaciones a distancia que se mantienen al interactuar con otros sujetos, como pueden ser los medios de comunicación, los internautas de la web o los autores mismos de los textos escritos.
Y si generalizamos este principio, llegaremos a la conclusión de que la adquisición de los hábitos culturales siempre se produce a través de las redes sociales en las que se participa, sean redes familiares, amistosas o comunicativas. (Enrique Gil Calvo; Lectura del hogar como criadero de lectores en Antonio Basanta; La lectura; Libros de la Catarata, pag. 69)